Desde tiempos remotos, los médicos o curanderos han sido considerados personas importantes dentro de la sociedad, sin importar de qué región se trate. Desde siempre, han existido curanderos y médicos que se han encargado de sanar las diferentes dolencias de los miembros del grupo, la tribu o la sociedad.
Según de la región de la cual provengan, a estos curanderos se les conocía con diferentes nombres, entre estos, machis, druidas, brujos, o sencillamente personas sabias que curaban mediante el uso de hierbas, raíces, plantas y hasta rituales ceremoniales. Sin cuestionar la eficiencia de estos procedimientos, su medicina para aliviar los dolores de los pacientes, tanto dolores físicos como espirituales, funcionaba según sus propias creencias y cultura.
Las primeras civilizaciones humanas surgieron hace ya 6 000 años, en la región de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates. En el código de Hammurabi, que data del año 1 750 a.C., ya pueden encontrarse referencias a la praxis médica, por lo que la labor de los profesionales médicos ya era reconocida al interior de la sociedad.
Sin embargo, es en el antiguo Egipto, unos cuantos siglos después, cuando se vislumbra por primera vez algunos procedimientos científicos para la cura de diferentes enfermedades. Es decir, es posible ver una aproximación epistemológica sobre el problema. Es notable que en esta época comienzan a aparecer los primeros fármacos, debido a la fertilidad de su tierra. Además, se promueve un fuerte estudio de la anatomía y el desarrollo de la salud pública.
En las sociedades neolíticas, en cambio, existe un miembro de la sociedad que era reconocido como el líder espiritual, que se encargaba de curar las diferentes enfermedades y las heridas que sufrían los cazadores. Estos curaban influenciados por la divinidad.
En algunas sociedades similares que sobrevivieron hasta bien entrado el milenio pasado, como por ejemplo la sociedad azteca, estos sanadores solían tener una posición social privilegiada. Además, solían especializarse dependiendo de su campo de acción. El chamán se encargaba de los procedimientos mágicos, mientras que el teomiquetzan se encargaba de las heridas, y la tlamatlquiticitl era la encargada de los embarazos.
Hoy en día, en la sociedad occidental la situación no ha cambiado mucho, al menos respecto a la posición de los profesionales y su influencia en la sociedad. Los médicos se especializan en diferentes ámbitos, a la vez que promueven un seguimiento en sus pacientes, conociendo cuáles son sus características, dolencias, comportamientos, hábitos e historia familiar.
Sin embargo, la cercanía del médico con el paciente se ha perdido hasta cierto punto. La velocidad de las relaciones y la alta demanda de servicio, ha transformado gran parte de la medicina en la aplicación de procedimientos específicos y recetas a seguir, situación que debería cambiar para mejorar la relación médico-paciente.