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PorMagnus

Medicina en la América precolombina

A lo largo de todo el vasto continente americano, han existido cientos de pueblos y civilizaciones con diferentes concepciones cosmológicas. Sin embargo, existen muchas similitudes entre estos pueblos. Entre estas, destaca una concepción mágico-teúrgica de los padecimientos. Es decir, existe una razón divina para estar enfermo. En este contexto, los sanadores tienen una fuerte vinculación con los dioses, por lo que pueden ejercer su función de sanadores.

A pesar de su cosmología divina, gran parte de la medicina del continente tenía un conocimiento vasto de procedimientos quirúrgicos, así como un gran conocimiento herborístico.

En el caso de los mayas, los médicos eran sacerdotes especializados que recibían esta función como parte del linaje familiar. De igual, hubo un gran desarrollo farmacológico, el cual se representaba en más de 400 recetas diferentes.

Los aztecas logran hacer un compendio de diferentes síntomas de personas que estaba prontas a la muerte. A este respecto, es necesario destacar la creación de una escuela de medicina en el año 250 d.C. En Monte Albán, donde estaba situada esta escuela, se han encontrado grabados anatómicos, así como la descripción de procedimientos menores, como el tratamiento de fracturas.

Además, cabe mencionar la diferencias que hacían los aztecas entre los procedimientos empíricos, representados en la farmacología y los procedimientos quirúrgicos, y la acción del médico chamán, que llevaba adelante los procedimientos mágicos.

Asimismo, los sanadores solían especializarse en diferentes campos, al igual que los médicos actuales. Así se podían encontrar comadronas, fisioterapeutas, traumatólogos y/o cirujanos.

Otros pueblos menos numerosos, como los araucanos o los guaraníes, en las zonas de Chile y Paraguay, también presentan características similares, por lo que puede hablarse de una medicina precolombina general.

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La medicina en las sociedades orientales

Desde siempre, la medicina occidental y la medicina oriental han tenido sus diferencias, que han nacido a partir de sus diferentes paradigmas y cosmovisiones. Mientras que la medicina occidental que floreció en Mesopotamia, Egipto y la antigua Grecia basaba gran parte de sus diagnósticos a partir de influencia de espíritus y tiene una fuerte concepción mágica y divina, la medicina oriental encontró las causas de las enfermedades en un componente energético y el desequilibrio de las fuentes internas del ser humano.

Como se ha mencionado, en general una disposición a explicar los padecimientos bajo el punto de vista de una cosmovisión taoísta, al menos en lo que se refiere a la región de China y la India.

En este último país, a comienzos del siglo VI d.C., comenzaron a tratarse las enfermades desde el punto de vista kármico, es decir, como un castigo de los dioses por las actividades de las personas.

De igual forma, estos médicos realizaban una auscultación minuciosa a través de la palpitación de las diferentes partes de la anatomía. A partir del diagnóstico, se aconsejaban una serie de tratamientos que tenían que ver con la alimentación.

Por otro lado, la medicina china ancestral tiene su fundamento en la concepción taoísta del universo, donde los aspectos del cuerpo están equilibrados en dos fuerzas: el yin y el yang. En esta concepción, el desequilibrio es la razón de las enfermedades.

A la vez, esta medicina se desarrolló en conjunto con la acupuntura, práctica que busca restaurar el equilibrio entre el yin y el yang mediante la inserción de agujas en los 365 puntos energéticos del cuerpo (algunos mencionan que pueden ser hasta 600). Esta fue la concepción cosmológica por medio de la cual se definió su medicina.

Mucho más tarde, en el siglo segundo de nuestra era, es cuando comienzan a usarse remedios minerales y vegetales, la dietética, y el ejercicio físico. También existe un gran desarrollo del diagnóstico y tratamiento de hernias, cirrosis, la sintomatología, técnicas de aberturas, suturas y la farmacología.

Hoy en día, esta medicina cosmológica oriental continúa siendo parte vital de su práctica médica. Claro, la medicina occidental es el gran paradigma para el tratamiento de enfermedades, pero la medicina ancestral no ha sido descartada y se comprende como un tratamiento alternativo a ciertos padecimientos.

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Médicos y pacientes

Desde tiempos remotos, los médicos o curanderos han sido considerados personas importantes dentro de la sociedad, sin importar de qué región se trate. Desde siempre, han existido curanderos y médicos que se han encargado de sanar las diferentes dolencias de los miembros del grupo, la tribu o la sociedad.

Según de la región de la cual provengan, a estos curanderos se les conocía con diferentes nombres, entre estos, machis, druidas, brujos, o sencillamente personas sabias que curaban mediante el uso de hierbas, raíces, plantas y hasta rituales ceremoniales. Sin cuestionar la eficiencia de estos procedimientos, su medicina para aliviar los dolores de los pacientes, tanto dolores físicos como espirituales, funcionaba según sus propias creencias y cultura.

Las primeras civilizaciones humanas surgieron hace ya 6 000 años, en la región de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates. En el código de Hammurabi, que data del año 1 750 a.C., ya pueden encontrarse referencias a la praxis médica, por lo que la labor de los profesionales médicos ya era reconocida al interior de la sociedad.

Sin embargo, es en el antiguo Egipto, unos cuantos siglos después, cuando se vislumbra por primera vez algunos procedimientos científicos para la cura de diferentes enfermedades. Es decir, es posible ver una aproximación epistemológica sobre el problema. Es notable que en esta época comienzan a aparecer los primeros fármacos, debido a la fertilidad de su tierra. Además, se promueve un fuerte estudio de la anatomía y el desarrollo de la salud pública.

En las sociedades neolíticas, en cambio, existe un miembro de la sociedad que era reconocido como el líder espiritual, que se encargaba de curar las diferentes enfermedades y las heridas que sufrían los cazadores. Estos curaban influenciados por la divinidad.

En algunas sociedades similares que sobrevivieron hasta bien entrado el milenio pasado, como por ejemplo la sociedad azteca, estos sanadores solían tener una posición social privilegiada. Además, solían especializarse dependiendo de su campo de acción. El chamán se encargaba de los procedimientos mágicos, mientras que el teomiquetzan se encargaba de las heridas, y la tlamatlquiticitl era la encargada de los embarazos.

Hoy en día, en la sociedad occidental la situación no ha cambiado mucho, al menos respecto a la posición de los profesionales y su influencia en la sociedad. Los médicos se especializan en diferentes ámbitos, a la vez que promueven un seguimiento en sus pacientes, conociendo cuáles son sus características, dolencias, comportamientos, hábitos e historia familiar.

Sin embargo, la cercanía del médico con el paciente se ha perdido hasta cierto punto. La velocidad de las relaciones y la alta demanda de servicio, ha transformado gran parte de la medicina en la aplicación de procedimientos específicos y recetas a seguir, situación que debería cambiar para mejorar la relación médico-paciente.

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Implantes de glúteos seguros: un avance en la medicina

Por mucho tiempo, los implantes de glúteos fueron interpretados como una sentencia de muerte. El uso de biopolímeros en estas cirugías terminó siendo desastroso y generando consecuencias irreparables en cientos de miles de mujeres. Por ese motivo, el uso de biopolímeros para agrandar los glúteos quedó totalmente prohibido y muchas mujeres pensaron que ya no había manera de hacerse retoques estéticos en los glúteos.

La verdad es que los implantes de gluteos han cambiado de forma decisiva a lo largo de los años, gracias a los nuevos productos que empresas como Motiva le ofrecen a sus usuarios. Todo esto ha implicado una revolución en el mundo de la medicina, lo que se ha traducido en un avance para la medicina.

Más que aumentar, esculpir

La clave del éxito de los implantes seguros de glúteos de Motiva está en que su objetivo no es aumentar exageradamente el tamaño de los glúteos, sino esculpirlos, de una forma mucho más armónica con todo el cuerpo. De hecho, ese es el nombre de estas prótesis: GlutealArmonic®.

La armonía de los implantes de glúteos no es solo un capricho, sino que es el balance que se ha encontrado entre la estética y la seguridad en la medicina.

¿Por qué son implantes médicamente seguros?

Hay muchas mujeres que desearían tener un cuerpo más armónico a través de implantes en los glúteos, pero la mayoría no se atreve debido a la mala fama que han generado en todo el mundo. Sin embargo, los implantes que se colocan actualmente en los cuerpos no tienen absoluta relación con los que se usaban anteriormente, por lo que son médicamente seguros. Sin embargo, esto tiene una explicación aún más detallada que merece la pena considerar si se está evaluando hacer una cirugía de este tipo.

Para empezar, esto no se trata de un aumento de glúteos, sino de implantes, que es un tipo de levantamiento y que funcionan de forma similar a los que se ponen en las mamas. En este caso, los de Motiva son de gel, por lo que se adaptan totalmente a los músculos de los glúteos hasta conformar una estructura sólida, fija y moldeable, que le permitirá a la mujer poder lucir su cuerpo sin inseguridades.

Siempre atentos con la cirugía

A pesar de la alta calidad de los implantes, es imperativo tener a un cirujano que los coloque con la máxima precisión y calidad. De esta forma, se podrá lograr tener un resultado óptimo desde el punto de vista estético, pero también no generar ningún tipo de consecuencia en la salud de la persona.

También es imprescindible cumplir con el postoperatorio de una cirugía de implantes de glúteos. En este caso, el postoperatorio puede ser algo engorroso debido al tiempo que la persona no podrá sentarse o acostarse con los glúteos hacia abajo, pero con paciencia, los resultados serán excelentes.